jueves, 31 de mayo de 2007

Excelente nota de Bienvenido abordo a Juan K

No quería que se pierdan esta excelente nota que leí de Juan Kouyoumdjian en www.bienvenidoabordo.com
La carrera del diseñador argentino Juan Kouyoumdjian avanza más rápido que un barco de Copa América y, como se verá a continuación, incluso más velozmente que uno de la Volvo Ocean Race. A los 24 años ya tenía su propio estudio (Juan Yacht Design) y hoy, once años después, se ubica en la elite de los diseñadores de alta competición, junto a Rolf Vrolijk, Bruce Farr y la dupla argentina conformada por Germán y Mani Frers.En diplomática sociedad con Farr (ver recuadro), Kouyoumdjian se encargó del diseño del USA 98 del BMW Oracle Racing, que al cierre de esta edición peleaba por el liderazgo de la Louis Vuitton Cup, con serias intenciones de enfrentar al Alinghi suizo en la final de la Copa América.
“Juan K” (como le dicen sus compañeros de equipo, para abreviar) también se hizo famoso por hacer explosivas declaraciones a la prensa. El mes pasado, cuando el gobierno español le negó la visa temporaria de trabajo a tres ingenieros argentinos que iban a colaborar en su estudio, no dudó en denunciarlo en el diario El País de Madrid. “No he sido bienvenido en Valencia”, dijo justo cuando todos se deshacían en alabanzas sobre la ciudad española organizadora del máximo torneo de la náutica mundial.
Los lectores recordarán también otra de sus famosas frases, expresada hace dos años durante una entrevista exclusiva con Bab: “La Argentina debería entrar a la Copa América”. Días atrás, en Valencia, volvimos a entrevistar a Kouyoumdjian y sus declaraciones, una vez más, no tienen desperdicio.

Bab –¿Qué opinás del desempeño de los barcos Copa América?
J. K. –La fórmula de Copa América es un desastre. Para nosotros, los diseñadores, es un anti-clímax. Es como desarrollar un Fórmula 1 sobre la base de un tractor. Un Copa América es un tractor súper refinado, con todo el lujo, los mejores neumáticos, una dirección extraordinaria, pero en definitiva sigue siendo un tractor. Espero que se cambie esta fórmula, pero por las pocas reuniones en las que he participado, no hay perspectivas de cambio a futuro.

Bab –¿Qué modificarías en la fórmula?
J. K. –Creo que hay que concentrarse en disminuir el desplazamiento. Para ello sería necesario aumentar la profundidad de la quilla. Llevaría el draft hasta seis metros cuando hoy es de apenas cuatro. Las quillas las haría en carbono y establecería el desplazamiento en 18 toneladas. Hoy un Copa América desplaza hasta un máximo de 25 toneladas. Es ridículo. Con estos cambios se lograrían barcos mucho más espectaculares, con prestaciones similares a las de un Volvo 70. Así, los Copa América se podrían pasar en popa, algo que hoy es muy difícil de ver. Son muy aburridos.

Bab –¿Seguís soñando con armar un equipo argentino para la Copa América?
J. K. –Sí, es un sueño y una pasión que esperamos pueda concretarse. Con el poco tiempo que queda disponible para encarar una próxima campaña creo que hemos dado los pasos necesarios para poder hacerlo. La realidad es que la concreción del proyecto pasa hoy por una decisión política.

Bab –¿Encontraste eco en otros argentinos para llevar adelante este proyecto?

J. K. –Hay un eco enorme, no sólo desde el punto de vista de los navegantes y de los ingenieros, sino también de la gente capaz de pagar un proyecto Copa América. Simplemente hace falta un esfuerzo político y fiscal. Es como ocurre con muchas cosas en la Argentina, que se hacen y se deshacen a nivel político.

Bab –¿Qué tiempos manejás para poder concretarlo en una próxima edición de la Copa?

J. K. –Para mí es muy difícil esperar más allá de julio de este año, porque hemos recibido cuatro propuestas para la próxima campaña. Y una de ellas es muy, muy interesante. Si esta decisión argentina no se toma antes de julio, para mí sería muy triste ver que se deja pasar esta oportunidad. Tiene que producirse un mensaje político-fiscal muy fuerte en los próximos meses porque si no el proyecto no se va a concretar.

Bab –Por lo pronto, esto significa que tu continuidad en el BMW Oracle no está confirmada.

J. K. –No, mi participación aún no está confirmada con ningún equipo de los cuatro que me hicieron propuestas.

Bab –¿Qué balance hacés de los resultados obtenidos desde que mudaste tu estudio a Valencia, hace tres años?

J. K. –Aún no me puse a analizarlo detalladamente, pero creo que el balance es positivo, muy positivo. El estudio no hizo más que crecer y ahora ya somos quince personas trabajando de manera permanente. Ganamos la Volvo Ocean Race con los ABN AMRO y estamos haciendo una Copa América que, hasta este momento, se presenta bastante bien para el BMW Oracle.

Bab – ¿En qué se diferencia tu forma de trabajo con respecto a otros diseñadores?J. K. –En el único otro estudio donde trabajé es en el de Philippe Briand, así que no puedo hacer muchas comparaciones. Pero creo conocer un poco de la forma en que se trabaja en otros estudios y, efectivamente, nuestro método es muy, pero muy distinto. Tan solo Farr Yacht Design tiene una forma de trabajo muy similar a la nuestra. Nuestro estudio tal vez sea muy numeroso en comparación con otros, pero eso se debe a que la costumbre impuesta es subcontratar gran cantidad de tareas, mientras que nosotros preferimos hacerlas con nuestro propio equipo. Es el caso de los cálculos estructurales, los análisis de performance, las pruebas de dinámica de fluidos computacional y las pruebas en tanque. Al hacer todas estas tareas in house se requiere un grupo más grande y también impide encarar muchos proyectos a la vez. Ese es el motivo por el cual apenas encaramos dos o tres encargos por año, no más.

Bab –¿Los programas informáticos de simulación van a terminar reemplazando por completo a las pruebas en tanque?
J. K. –Ya lo han hecho. En un proyecto Volvo Ocean Race ya no se utilizan las pruebas en tanque y para un barco de Copa América el empleo de tanques cayó en un 50% con esta edición.

Bab –¿Con qué equipo vas a trabajar en la próxima Volvo Ocean Race?
J. K. –Acabo de firmar un contrato de exclusividad con la compañía de teléfonos Ericsson, que corrió la edición anterior pero decidió reestructurar por completo su equipo. Nuestro único objetivo es ganar, porque vamos a contar con un presupuesto y una tripulación a la altura de los objetivos. El skipper será John Kostecki y habrá muchos tripulantes del ABN AMRO ganador de la edición pasada. De hecho, Ericsson compró el ABN AMRO 1 que se impuso en la última Volvo.

Bab –¿Por qué Ericsson quiso tener exclusividad con tu estudio?
J. K. –Nosotros no queríamos exclusividad porque nuestra idea era beneficiar a varios equipos con nuestro buen resultado de la edición anterior. Ellos insistían en la exclusividad y entonces la negociación se trabó un poco. Hace unos días vinieron a Valencia y nos hicieron una oferta que no pudimos rechazar.

Bab –¿De cuánto fue esa oferta?
J. K. –El presupuesto de diseño del ABN AMRO fue en su momento de un poco más de un millón de euros. La oferta de Ericsson fue sustancialmente mejor. El número no tiene importancia, lo que importa es que vamos a contar con el presupuesto necesario para hacer un equipo ganador.

Bab –¿En qué se invierte un presupuesto de diseño?
J. K. –Casi todo se va en tecnología, equipos y software de diseño. Tenemos un grupo de trabajo muy lindo, que está en condiciones de llegar a lo más alto de cualquier competición. Es un verdadero dream team. Tener un equipo así es la mayor ambición de todo diseñador naval. Tengo la satisfacción personal de trabajar con los mejores de cada disciplina del diseño moderno. Es un muy buen momento para nuestro estudio.

Bab –En la anterior Volvo Ocean Race, las quillas basculantes fueron el talón de Aquiles de muchos competidores. De hecho, tus dos barcos fueron los únicos que no tuvieron problemas con estas canting keels. Tengo entendido que para la próxima edición se modificó la fórmula de los VOR 70 por las polémicas quillas, ¿dónde se produjeron esos cambios?
J. K. –Voy a hacerle una crítica a la gente de Volvo porque han cambiado la regla alrededor de los barcos que se rompieron y no alrededor de los dos únicos barcos que no se han roto. Los nuestros fueron los únicos dos barcos que completaron la vuelta al mundo por el agua. Todos los otros, en algún momento, tuvieron que tomarse un cargo, un camión o un avión. Creo que hubiese sido mucho más inteligente plantear la renovación de la fórmula en función de los barcos que no tuvieron problemas. Por ejemplo, han dicho que los cilindros hidráulicos que basculan la quilla no pueden ser más de titanio, sino de acero, que fue justamente el material que falló. Los cilindros de los ABN AMRO eran de titanio y nunca tuvieron problemas. En lugar de admitir que el titanio es el material que mejor funciona hicieron todo lo contrario. Dijeron que estas medidas se tomaron para disminuir los costos, pero lo cierto es que los próximos Volvo serán 50% más caros que antes. Se ha manejado muy mal el tema, pero son las reglas que hay que aceptar.

Bab –Con Bruce Farr se dio la paradoja de que, mientras se enfrentaban en la Volvo, al mismo tiempo trabajaban en sociedad para diseñar los BMW Oracle de Copa América. ¿Qué comentarios te hizo Farr sobre la forma en que tus diseños vencieron a los de él en la Volvo?
J. K. –Nunca hablamos del tema.

Bab –¿Nunca?
J. K. –No, nunca.

Bab –Es difícil de creer. De hecho, ustedes dos trabajan juntos gran parte del día en la base del BMW Oracle en Valencia.
J. K. –Tenemos una relación muy amigable, pero él jamás sacó el tema y yo no me voy a permitir mencionárselo. Bruce es una persona muy profesional y muy correcta. Le tengo mucho respeto y tengo entendido que este sentimiento es recíproco. Estoy seguro de que en la próxima Volvo se va a plantear una buena competición.

Bab –Si se enfrentara un Volvo 70 contra un Copa América en la cancha de regatas de Valencia, ¿qué ocurriría?
J. K. –En un día como hoy, que soplaron doce nudos de viento, un Volvo le podría sacar a cualquier Copa América seis o siete minutos de ventaja. Con ocho nudos de viento rinden casi igual, pero a diez nudos ya los VOR 70 pueden sacar tres minutos de diferencia. Con 14 nudos de viento ya estarían en ocho minutos de ventaja y con 20 nudos un Volvo literalmente mata a cualquier Copa América.


(más información de Juan K en http://www.juanyachtdesign.com/ )


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